jueves, 29 de diciembre de 2011

Cap. 26 No quería ver a Bastien...

No quería ver a Bastien ni hablar con él, necesitaba un poco de tiempo para estar sola y pensar en mis cosas. Llamé a Marie, ya que es la única que sabe cómo animarme aunque también sabe como ponerme triste. Me gusta que sea sincera conmigo, aunque me duela, porque me hace saber que es una persona que nunca me mentiría. Tenía que cuidar a su hermanito porque sus padres no estaban, así que fui a su casa. El hermano de Marie, Léo, tiene 3 meses y lo único que tiene que hacer Marie es vigilar que esté en la cuna, darle de comer o cambiarle el pañal. Al contrario que yo, Marie tiene muchos hermanos. Sus padres se divorciaron cuando ella tenía 5 años. El padre de Marie tuvo unas cuantas novias pero ahora está soltero y vive en un piso, en el centro de París. La madre de Marie se volvió a casar con un chico 7 años más joven y decidieron tener a Léo. Marie tiene tres hermanos mayores: Daniel (23), Erika (21) y Gabriel (18). Después tiene a Léo que es su medio hermano. Ahora solo vive con su madre, su padrastro y su medio hermano. Con su padre solo está los miércoles y jueves por lo que aprovecho los demás días para estar con ella. Cuando se divorciaron sus padres, Marie lo pasó muy mal y estuvo un par de meses en mi casa. Se pasaba todo el día llorando y yo intentaba consolarla. Eso fue lo que hizo que ahora seamos tan buenas amigas.
Pasamos la tarde riendo, haciendo el tonto y jugando con el bebé. Durante dos horas me olvidé de Bastien y disfruté de la vida. Nunca me había sentido tan bien. Incluso me puse triste cuando tuve que volver a casa. Entré en casa y fui a mi habitación, mis padres estaban viendo la televisión y no se enteraron de que había llegado. Llegué a mi habitación y grité:
-¡Aaaaaaah!- Ahí, delante de mí, sentado en mi cama, estaba Bastien.

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